Cuadragésimo segundo desahogo cantando por humanidad

Published by desahogandome under on 2:19:00 p. m.

Cada mañana la misma rutina la misma mentira
Cambió el dial siempre las mismas canciones
Quiero vivir y que todos seamos iguales
pero los buitres toman todas las decisiones

Vivo respiro resisto subsisto y me visto
Salgo a buscar entre el frío a mi amigo el mendigo
En el cajero quemado Evaristo yace en el suelo
La poli interroga que raro que nadie lo ha visto

Me alejo me tumbo en la hierba del parque él conmigo
tiemblan mis letras azules igual que temblaba su voz
no hay alma que pueda ignorar a su alma gemela
hombres no humanos con miedo a vivir y al dolor

gotas de lluvia despiertan mi sueño prohibido
igual que esa muerte despierta mi alma dormida
yo no sé qué haría si dios estuviera conmigo
si pudiera tan solo una vez disponer de la vida

hay hombres sin habla y mujeres con miedo a tomarles
hay hombres con dinero e infantes muriendo de hambre
hay hombres enteros huecos por dentro, espejos y carne
quisiera que en otro planeta Evaristo volviera a la vida

y esa mirada lasciva que nubla la vista
quisiera morder otra vez la fruta prohibida
por ella que ni muero ni vivo muriendo
bastante tenemos con seguir viviendo

no hay alma que pueda ignorar a su alma gemela
quisiera que en otro planeta Evaristo volviera a la vida.

cuadragésimo primer desahogo por el negocio del quién.

Published by desahogandome under on 1:16:00 p. m.

Es posible que el frío intenso tenga algo que decir. Es un sujeto curioso, no suele avisar. Agua helada le acompaña. Llueve. ¿Quién llueve? Curiosos verbos que no admiten sujeto: llover, nevar, granizar… ¡Hiela! ¿Quién?

Ahora muchos a inventar respuestas, boletos de lotería de un sorteo del que todo desconocen. Y así nos va: cohibidos. Profundamente dormidos.

Cada cual de lo suyo gasta. Que lo gaste, con respeto.

Es posible que el frío intenso tenga algo que decir. Pero no quiero abrazarme al calor. De momento. Para sentir, el frío intenso. Cuando el mismo hombre que juega a ser un dios y roba unos grados de calor a la naturaleza, o de frío intenso, me arruina por el calor que recibo (y no me quejo); cuando el mismo, mismísimo hombre me cohíbe bajo sacramentos, sean de otro dios o del dinero; cuando este señor sin ser barbudo me mira, ser ríe y se lo permito; cuando siento este frío intenso…

… busco el calor humano del amor, del cariño o el aprecio.

Lo envolvemos de velada nocturna y alevosa. Cada cual de lo suyo gasta. Que lo gaste, con respeto.


Así que no me pregunto ¿quién llueve? Sino quién tengo más cerca, a quién puedo dar más y quién me quiere menos. Para ser feliz. Y las respuestas las llevo dentro, sin cohibiciones y con respeto.

Es posible que el frío intenso sea mudo y nunca dijera nada.
O no tuviera nada que decir.

cuadragésimo desahogo entre sábanas, sedas y algunas hierbas

Published by desahogandome under on 1:19:00 a. m.

Ojala pudiese creer en el destino. Pero creo en la casualidad.
Porque creer en el destino es como elevar en la mente la casualidad al infinito.
Después pasa el tiempo y la potencia disminuye hasta una nueva casualidad. Como el tenerte tan cerca. Tanto tiempo.
No necesité al destino.
Sí creo en la esperanza.


Mienten quienes con los ojos abiertos no ven. Quienes promulgan huecas palabras al viento. Quienes ante el espejo se ven opacos. Mienten quienes propio no tienen qué decir ni qué vivir.

Confiando en ver y en ser escuchado, ante mí postrado confieso: para esperar al destino: cree en la casualidad, con esperanza.

trigésimo noveno desahogo el cómo, cuándo y por qué con quíen es importante

Published by desahogandome under on 12:56:00 p. m.

No quieras ser mi amante porque te amaré las horas que robemos
Seguramente mientras nos maltratamos un poco
Pero no me pidas que en ese instante no te ame


Os voy a contar de una aventura que tuve en el siglo XX
Del cuándo, del dónde y con quién: el universo
Se lo pedí mientras buscaba teta, culo, coño y algunos besos
Era evidente que iba a encontrarlos aun inconsciente
Algún pelo en el pecho e imberbe el que suscribe:
Le pedí salir primero.
Asintió con besos y más cosas que no supe dar de amor
Y sin saber alejar mi conciencia acabé escapando
Por un amigo quiso saber de mí extrañada de treinta días y un solo encuentro
Juró que si NO se lo pido…
Porque entonces no sabía evitarlo
La traición, si lo fue, duró un momento.
Meses después mismo universo y un último encontronazo
Bastante más largo, intenso y placentero
Sincero y sin palabras
Sin que pasaran treinta años antes de mañana
Sex & Drugs & Rock n´roll
Por entonces tocaba bajos y un bajo
Hace veinte años de estas hazañas

Corolario en el siglo XXI para esta clase de fiestas:
Amante por vicio: sólo si acude de su amor acompañada
Amante por amor:
me acompaña al encuentro en viceversa
por la gloria de privadas consecuencias

trigésimo octavo desahogo para Adnama

Published by desahogandome under on 3:35:00 p. m.

Hay días en que uno tiene tiempo para sí. Otros, los más, ni para los demás: sólo para vivir viviendo. Sin darnos cuenta; que ya es bastante.
Hoy es un día de esos pocos.
Me sobra el tiempo.


Todo aquél que no puedo ofrecer como presente porque no existe el mercado de horas de segunda mano, y nada valen los segundos malgastados.


Pena de no poder reciclar tanto desperdicio. Pena de no poder poner precio al tiempo vivido, aún en especias humanas; porque regalaría mis horas por medio amor o por compasión, por una sonrisa o un llanto, por un grito o un abrazo. O por algo de ti insignificante que haya que reconstruir de nuevo.


Porque hoy me sobra el tiempo por el que no puedo brindar, como los 38,6 grados de fiebre que incluyo en el paquete
(!a ver si voy a regalar duros a cuatro pesetas!).

trigésimo séptimo desahogo desde su infierno

Published by desahogandome under on 11:39:00 p. m.
Busqué la luna en las palmas de sus manos y las descubrí cubiertas de ese sudor frío que brota de las entrañas. Y quise que fuera mío todo su dolor. Ya hacía tiempo que esculpimos en mi cerebro una percepción fatal y estereotipada. Supe de mi error y tuve mis razones: las del que calla cuando no las tiene, no las del que otorga por no fallar, porque no quise dejar de ser quien soy, ni ser a su imagen y semejanza. Aprendí de sus miradas no sólo de tristeza, más de dolor. Profundas. Sangrantes como las heridas que nunca cicatrizan cuando el cicatrizante subsiste al otro lado del mar, o del océano; y éste sí infinitamente infinito, y peligroso. Lleno de vida, como el camino aún por andar.

Quisiera ser emigrante y aprender con sangre de lo que el hombre es capaz. El hombre que no es hombre, ni humano. El ciego impecable. El del aplauso comprado. Sería su esclavo por verle sufrir y perder su último gramo de dignidad y valiente cobardía. Quisiera recibir las miradas que reciben para percibir el odio, o el miedo y que mis propios temores no me dejaran volar de la desolación a la algarabía. Quisiera querer vivir sin recuerdos para no sufrir, sin sufrir por quererlo, como volverse a morir.


Pero percibo el calor del hogar, de la sangre caliente y afín. No hay solución. Puedo ser sobre ellos quien quiera ser, mas no puedo colocarme bajo sus pies, ni besar cada una de sus huellas al caminar.
Porque la esperanza más cercana es morir y despertar: ojalá estas vuestras odiseas sirvieran para recuperar los sueños que os fueron robados por aquellos que os negamos el cobijo y el amor.
Y el poder que nunca os devolvimos y malgastamos.

trigésimo sexto desahogo porque hay que vivirlo todo

Published by desahogandome under on 2:16:00 p. m.
Despierto asustado y algo no cuadra: no es frío mi sudor sino ardiente. Creí soñar un sueño imperfecto en medio de la perfección y supe que era distinto: vislumbre tu mirada como una pesadilla garantizada, abrazado a mi almohada. Y mi voz se secaba.
Mi sombra en la ducha mientras mis narices recorren cada poro de tu piel por saber si sudas o sufres. Te retratas con tu aroma perfecto de alcoholes muertos, mientras ronroneas y rumias la hierba de anoche y puedo recorrer serenamente tu belleza. Mi sombra está lista y parte alejada del gozo hacia el mundo oscuro y perverso que habitamos sin vivir presentes, ni en el presente nuestro lejano. La parte de mi que se eriza sigue contigo y despierta.
Mi iris en tus pupilas ocultas como un mundo desnudo; olvido el placer e intento alcanzarte en el preciso instante que abres tus ojos de mujer secreta, la que eres y nadie contempla. La que ni yo mismo conozco como sabes de mí. Y me miras, sonríes. ¡No quiero conocer tus deseos, no me lo pongas tan difícil! Te imploro.
Tras aquella noche de sexo pactado con la perfección humana, la sonrisa y el morbo, con un profundo sentimiento de culpa por los orgasmos que nunca tuvimos, seguía a tu lado sin querer conocer el mundo real que habitaba mi sombra porque no quería tampoco privarme del dolor que me causas, ni llorar por lágrimas perdidas.

trigésimo quinto desahogo por una revelación

Published by desahogandome under on 2:58:00 p. m.
En hora punta:
Quiero ser cada uno de vosotros. Y sentir como yo siento todos vuestros padecimientos. Y gozar como yo gozo todas vuestras dichas. Quiero compartirlo, quiero serlo todo.


Pensaba en ello, mientras viajaba.
El negocio de dios: una opresión liberticida. Por eso quiero ser cada uno de vosotros, sería el mejor regalo, después de muerto. En vida, un orgasmo infinito. Aún con dolor, a veces.

Melodía en mis oídos, el agua y el frío gris embrutecen el paisaje.
Si somos humanos, habremos de serlo. Si presumimos del don de la humanidad ¿por qué nos importamos tan poco? Viva el akelarre, sugiero. Brindo por la vida y por ti.

El aire es tan cálido gracias al continuo ir y venir de las corrientes empapadas de ADN.
El opresor que descalzo siente la tierra bajo sus pies, por vez primera y Narciso, que encuentra nuevos rostros en las oscuras ventanillas, eran también humanos, ayer.

Al final de este viaje, ahora a pie entre las calles, os doy gracias. Al cruel por enseñarme la compasión, al compasivo por su amor.
Es lo que somos realmente: la ostia de humanos. Es lo que somos: el auténtico DIOS.

trigésimo cuarto desahogo del agua que nunca beberé

Published by desahogandome under on 5:29:00 p. m.
Dice el dicho que no es aconsejable escupir al cielo porque te puede bañar tu propia saliva (o más). Es mentira: mirad como escupen en perfecta perpendicularidad políticos y alto clero para obtener beneficios. Y siguen. Y siguen. Luego funciona.

No pecaré y dejaré de ser abstencionista por un tiempo: el que dure esta sintonía.


No miraré a los ojos de la gente y disfrazaré con gafas oscuras mis más denigrantes intenciones; confieso que a tan baja altura siento vergüenza, pero seguiré: oiré, pero jamás escucharé; confieso que no se si sabré vivir con tanto silencio. Así que haré más: desterraré cualquier idea ajena de mi mente; confieso: qué horror vivir siempre en la razón más absoluta. No me quedará otra: si tienes que morir, mueres; confieso que no sabría encontrar un argumento que lleve a un hombre a la muerte.

Confieso: no puedo más. ¡Prefiero pecar y abstenerme!

trigésimo tercer desahogo si no muere la esperanza

Published by desahogandome under on 12:52:00 p. m.
Había dos pistolas encima de la mesa. Exactamente: un revólver plateado con cachas de madera S&W y una semiautomática Walter plastificada. Negociaban cierta paz. Cada gota de sudor que caía por sus frentes: un alma de las que fuera ansiaban la vida. Hacía calor, demasiado. Mayor que el del fuego de sus Cohibas. Nadie quería ceder. A sus espaldas quienes más habían matado, y muerto. De fondo el vil dinero. Era tanto que debiera facilitar el acuerdo; era tanto que habría para ambos bandos. El tercero, quedó dicho, esperaba fuera: sólo pedían seguir viviendo.
¿Habría acuerdo?
¿Era negocio la paz?


Culminado el orgasmo, cuando el sudor comenzaba a enfriarse y el vello a erizarse, agotados todos los espasmos, abrió los ojos y se descubrió despierta. Apagó la sábana vibrante de seda que acariciaba su piel, se bajó la camiseta y aplaudió. Y rió. La terapia, sin duda, funcionaba: cada día su rostro era más bello, más radiante su mirada profunda y sugerente su sonrisa, como comprobó al verse reflejada en el espejo que doblaba el tamaño de su cama viscolástica.
¿Dormiría sola esa próxima noche?
¿Realmente quería compañía?

Tras colocar los últimos ladrillos del día y hacer algunos remaches, descolgó la plomada y secó el ardiente sudor de su frente. Ahí arriba el cielo parecía estar más lejos, aún. Camino de regreso fijó la mirada en los dedos de sus manos, mientras éstas descansaban sobre el volante de su furgoneta, y recordó que sus uñas eran grises por dentro y negras por fuera, como su piel. Sobre el asiento del copiloto el libro que siempre le acompañaba: La Odisea.
¿Merecía la pena regresar a casa?
Algún día lo haría.

trigésimo segundo desahogo altas horas y relax

Published by desahogandome under on 12:58:00 a. m.
Primera vez sobre este editor. Olvidado hoy Bill Gates, aunque algo tendrá que ver con ésto, a mi pesar.
la espalda doblada, contorsionada, contractura dicen, que si es laboral, que si es enfermedad común
¡qué más da si la jodida es mi espalda! un osteópata simpático me ha dado unas buenas ostias, mañana más.
El miolastán y la marihuana actúan ya. En el 50, en la Odisea, flipo con el mar. Porno a estas horas ¡no por favor!
en la cama me espera el calor, pero quiero dejar estos últimos latidos aquí grabados, en multicolor.
ya tengo la foto, ya tengo la flor.
Andale Mono, mira que es feo el nombre. Peor elegido el color que nubla mi ya cansada vista, embuelta no tan lejos en el fondo del océano que tanto añoro.
Y os cuento. Viví en la isla del tesoro, llena de cocos, y tiburones puntas blancas, que descansaban a tu lado mientras esperabas a sus primos no tan lejanos, de cabeza martillo.
Añoro la paz y la vida tan lejana del fondo del mar. Añoro aquellas profundas amistades y un chiste de un viudo inglés, viajero, con su hijo inberbe de pelo en pecho, que comparto.
- ¿cómo se llama una persona que habla dos idiomas? bilingüe.
- ¿si habla tres? Trilingüe y cuatro, cuatrilingüe.
- ¿y si habla una? ...... monolingüe?
- NOOOOOO. ¡ Inglés !
Sabio él.
Mañana más después de está subconsciente desnudez. María relajó la mente, la droga de farmacia los músculos, y los párpados pelean por seguir en el 50, en el fondo del mar. Añorando cierta paz.

Confesando que mañana pecaré, seguro. Aunque sea sólo por joder a los que adoctrinan a creer en el diablo, pero siempre con mucho amor, que sin duda os regalo. A todas primero... y ello confieso, no es sino la desnudez de mi plena conciencia.

Abandono ahora sí, parida la parida para ser mañana un payaso feliz, y aseguro que mi otro yo, el dormido que tanto añoro, vivirá nuevas y geniales aventuras.
¡Cómo os deseo!

trigésimo primer desahogo o una curiosidad

Published by desahogandome under on 12:15:00 p. m.


Soy un cura
Un cura algo especial
Porque no sigo los designios vaticanos

Reparto condones entre mis feligreses
Y respeto las relaciones prematrimoniales
Además soy gay, como Jesucristo
Porque soy humano, no como Él


Jamás podré pecar como Benedicto, tan sabiamente
Si acaso creyera en el pecado, invento de la curia vaticana
Adoro la mentira tan humana aunque no mienta
Y admiro el egoísmo innato del mundo animal
Soy un hombre, no un puercoespín, y sé elegir


Sé qué está bien y qué está mal, siempre practico
Como sé que sin vosotros no soy nada
Os quiero salvajemente y os envidio humanamente
Libre de pecado y sin piedras en la mano

Se despide esta metáfora de vida, de la sangre derramada y del odio sembrado
Por los siglos de los siglos
Con la esperanza en que el ser humano, por encima de leyes y credos estúpidos,
en los años venideros
Ni se cobije bajo bandera ni se cohiba con sacramentos

trigésimo desahogo en frío

Published by desahogandome under on 10:29:00 a. m.
Tengo miedo, mucho. No al destino enemigo. No al prójimo malvado. No al amor en minúsculas. No a la vida.
Y no pierdo la esperanza de perderme en el miedo.
¿Por qué te temo tanto?

Cuando al despertar desnudo pienso en ti primero,
Por algo será.
Tal vez si jamás lograra alcanzarte. Tal vez si no estuvieran tan cerca tu mirada y tu voz. Quizá si no abrigaras tanto…

La rutina que atrapa este amor verdadero me quema vivo por dentro. Si antes de soñar con otras mujeres y contigo, estás sola en mis sueños: es un mudo te quiero.

Si por más que guíe el auto al norte frío encuentro tu calor; si tu aroma sin unos ni ceros siempre recuerdo: te adoro en silencio.

Si tu magia me busca despierto cuando más dormir quiero; si tu sonrisa profunda nunca desaparece: bebiendo te espero.

Sírvame el último, por favor señorita, que prisa no tengo.

vigésimo noveno desahogo por lo difícil

Published by desahogandome under on 7:36:00 p. m.

me permito la osadía de despojaros de este instante...
Con el acento y el timbre argentinos
su prosa genética, su verso en la sangre
Y la vida grabada a fuego muy lentamente
No es más fácil
No es más fácil sembrar el dolor
si adornas tus penas de cantos no es más fácil contener el llanto
si desvaneces
muy lentamente
Cuando es más fácil agitar banderas teñidas de sangre
Tomar dinero negro y salir corriendo
Es más fácil dejarse engañar
Muy lentamente
Es más fácil olvidar el infierno si queremos alcanzar el cielo
Y qué difícil es vivir y ellos sonríen cuando el burgués alza el vuelo
Muy lentamente
Tan lentamente
Que no se alcanza

...y termina mi osadía y os devuelvo vuestro instante.

vigésimo octavo desahogo ni cielo el infierno

Published by desahogandome under on 12:50:00 p. m.
Amé La Rutina De Vivir Distinto, Cada Día. Preso En Lo Que Fui, Quieto.
Ahora Que En Este Ajetreo De Vida Errante Y Monótona, El Tiempo No Pasa; Ahora Que Miro Hacia Dentro Por Ver Si Quedó Hueco Donde Cobijarse; Paloma, Sigue Poniendo Tus Huevos.


Siendo Distinto Y Hermosamente Humano, Cabalgo A Lomos De Un Destino Traidor, Buscando Surcar El Cielo Hasta Yave. Y Abrirlo Y Destriparlo. Mas Siento Que Aquello Es Hueco Y Vacío.


Cobijado Entre Rémoras Asidas A Una Manta Gigante, Bucee Hasta El Abismo. En La Sima Más Profunda Del Océano Más Hondo Y Oscuro E Infinito, El Tiempo Seguía Quieto.


Mas Halle También Que Era Vacío; Paloma, Sigue Poniendo Tus Huevos. Decidí, Llanamente, Vivir Distinto, Vivir Viendo, Pisando El Suelo.

vigésimo séptimo desahogo ocurrente

Published by desahogandome under on 9:27:00 p. m.

Me avisó. No recuerdo cuántas fueron las veces.
Y cuando quise deshacer:
Creí saber lo que hice igual de bien que aquello que no existió.
Y cuando quise deshacer:
No me volvió a avisar.


Me ayudó. La paja con la paja, para sí el estiércol.
Y quise corresponder:
Besándola en la nariz que respirara por la boca.
Y quise corresponder:
Siendo estatua de hielo.


Maldita aspirina aspiras memorias
Bendita aspirina aspiras recuerdos

Y la besé, tanto como supe. Y cuando quise deshacer:
no me volvió a avisar.

Escupir al cielo los recuerdos y dejar que el azar, al son del viento, los devuelva.
Qué otra cosa podría hacer queriendo ser.
Cuando el destino es más que un mal amigo.
Cuando el aroma te incomoda sin el placer de su recuerdo.

Volví pasos atrás sin volver la mirada.
La Ley: poesía de sus labios.
El mundo: brinda con agua al destino enemigo.
Vivir: un don que no poseo.
Si cada mañana al despertar inspiro una esencia
en su boca de versos colmada:
porque fuiste mi nena hoy llora mi almohada.

La besé tanto como supe y no me volvió a avisar.
De nuevo.

vigésimo sexto desahogo de una inspiración

Published by desahogandome under on 1:49:00 p. m.

Universidad. Cuestión: Breve ensayo sobre el sexo. No sobre el amor. Aquellos y aquellas que en la respuesta mencionaron sus parejas no pasaron la prueba. Por no entender.

Multimillonario él, dedicó su vida a la felicidad.
Los primeros años fueron duros: era perseguido. Aquella vieja sociedad sometida a sí misma con credos extraños que expolian riquezas.
Provocaba. Sus insinuaciones constantes causaban efectos. Y las gentes comenzaron a descubrir, entre otras magias, la del sexo, consentido y respetuoso. Salvaje o silencioso. Premeditado u osado.
En la soledad o entre políglotas.

Así, al fin, se olvidaron de él. Y de Él. Y fueron lo que son: lo que deberían: seres con una infinita capacidad para amar.
Apresuro el final, por si ustedes desean comenzar a poner en práctica estas verdades:
Compartimos lo privado y por ello, creedme
(y desde entonces):
¡nos amamos mucho más!

vigésimo quinto desahogo por la fuente de la vida

Published by desahogandome under on 1:48:00 p. m.

Quisiera que la ternura gobernara el mundo
Tal vez alguna angustia se ahorraría
Quisiera que tu vida nunca fuera mía
Sin leyes perfectas y embudos

La vida que pido y que añoro, como tanto cuanto poseo...,
El sudor que nos reitera: sois humildes vagabundos.

Si la vida y la tristeza
son la rata y la serpiente
¡cómo vivir sin tus riquezas!
Es por ello que tan pocos
son menos y tienen tanto.
Es por ello que quisiera
Que la ternura gobernara el mundo.
No sería necesario, obligar a amar a cualquiera.

vigésimo cuarto desahogo a plena conciencia

Published by desahogandome under on 1:48:00 p. m.
Aspiro a beber de nuestros sanos manantiales

La angustia que siento al contemplar el mundo propiedad de quienes de él se creen dueños, me hace dudar: qué beberé mañana. Así…

… aspiro ….. a comer …. Lo que la naturaleza nos ofrece.
El dolor ajeno que descubro propio: seres iguales que subsisten en otros planetas. Así…

… suspiro (como si el aire fueran lágrimas y el líquido una pesada losa, grotesca)

al respirar este aire global.

vigésimo tercer desahogo o la desilusión del canto de una moneda

Published by desahogandome under on 1:47:00 p. m.

Escribía cuentos. O verdades. Tal era la calidad del lector. Mas se me arruinó el espíritu, ante el vacío de mis palabras, como a David seguramente.

Presentarse ¿de qué manera? ¿Por qué odian tanto? La Ceguera que ilumina al mundo, como el sexo sin sentido; la órbita, tal vez, ante tanto poder, asustada por tantas riquezas, varíe su rumbo y…

… y todo sea distinto. ¿De qué forma si no?


A pesar del pesar de millones de almas, todo sigue igual.

Así que los locos, pocos, sin inmunizar, cuidémonos de ser contagiados: el dolor que causan es tan fuerte.

O morirá el mundo y con él también su enfermedad.

vigésimo segundo desahogo del ciego que ve

Published by desahogandome under on 8:44:00 p. m.
Detesto gratis el rencor del que envidiándote e inseguro te contempla. Del que huye hacia delante creyendo portar razones que no se detuvo a analizar. Aquél ante el que todos se postran, de cuerpo presente, e ignoran y rien cuando no está. El que te mira, de reojo y cree alcanzarte con su poder. Un alma hueca que nos jode y mucho, demasiado.

El que se vende vendiendo lo ajeno. El que toma habiendo tomado. El que ríe si lloras.

Presos entre las hojas de un libro mal escrito y de peor guión; nuestros cuerpos impresos, en cursiva o no, sin respirar, sin aire. Esclavos con convenio patronal.

Y su mirada que nubla e intimida, que me distrae de tanta hipocresía, es lo que de verdad mata.

vigésimo primer desahogo silencioso

Published by desahogandome under on 8:59:00 p. m.

Echo de menos el silencio, lo añoro. Amo tanto la vida que no mataría ni una célula, siquiera mía.
Al fondo del largo pasillo que nace a los pies, ancho y recto y curvo y recto y curvo, ves a lo lejos sonriente mirada que te observa y reclama lujosa y posesiva. Tomas una puerta multicolor y roja, a tu izquierda, y huyes mirando atrás sin olvidar la presencia.
De no haber nadie en el camino viajarías sereno por un tiempo, entre nubes de silencio.
Mas lleno de hermosas personas que saben escapar de ella, el ruido ensordece. Añoro el silencio, ahora entre el gentío.
Lo usaré para amar entonces.

vigésimo desahogo honesto

Published by desahogandome under on 9:15:00 a. m.
Dime qué público tienes y te diré como eres. Dedicado al friky que los inventó y que se puso el primero, de pie, a la hora de golpear. De desgarrar vida ajenas.

Sigue el espectáculo de un calvo al viento sin gracia y grosero. La tormenta ya pasó, marchó. Siguen los vientos sacudiendo conciencias. Mas no más.. Sigue la tribu demandando carroña. Sigue el mundo de culo, girando cada vez más rápido. Quiero cambiarlo, o cambiarme. Asesinar tu tristeza. Sigue el mundo y no para; porque no se detiene como tú te detienes. A pensar. Y el mundo sin fin del mundo, sigue siguiendo.

Soñaré, gracias al sexo
.

décimo noveno desahogo un delirio de amor muerto

Published by desahogandome under on 9:23:00 p. m.

La boca indebidamente abierta, la frase pegada al paladar. Y mucha sed, sed debida.


Cuando cada atardecer asomo allá en lo alto y te busco ¿por qué te encuentro? Si he de seguir el camino más recto hacia a ti pronunciando palabras, si basta con contemplarte desde ahí arriba, siempre, aún oculto ¿por qué no puedo compartirte si te alcanzo? Cada día y cada noche, como ayer, que te muestras, te observo y te deseo. Ser de tu misma materia, poder fundirnos en un nuevo sustrato, crezcer desde ahí abajo juntos, como uno, para olvidar que la luna, aunque brilla, muerta está.


Así qué: quisiera ser del color más oscuro y disimularme entre tus sombras mientras giras. Mas no puedo con este disfraz de alegría, que sí me regalaron y me obliga: soy un payaso multiculor. Así que: quisiera vivir desnudo, despojarme de cuanto me adorna sin vida, y serás mi único destino. Mas no puedo con todo el calor mío que apropias y que obliga: no puede arder mi piel. Así que: quisiera ser tú. Mas no puedo si no te vas.


Así quisiera: que mi vida naciera de tu vientre, con tu brillo y nuestras semejanzas, para amarte.

décimo octavo desahogo suplicando

Published by desahogandome under on 6:39:00 p. m.

He de escribir un desahogo y combatir el sentimiento que me astilla el alma, como otros escribieron los versos más tristes esta noche… Porque pudieron. He de buscar la forma y manera de poner fin a tantas historias, de esas que surgen y dejan un hilo del que desear seguir tirando. He de pedir días más cortos y noches más largas donde encontrar un rostro desconocido y un cuerpo que me haga sudar a oscuras y que me deje exhausto. He de encontrar la compañía que me comprenda, y me sorprenda. Y que no intente cambiarme.

He de encontrar a quien no demande el amor desinteresado que ofrece, porque estoy tan vacío…

Y tan ocupado.

décimo séptimo desahogo con un cuento

Published by desahogandome under on 5:18:00 p. m.

Qué es más importante: el amor o el dinero?

Bonita cuestión.

Conducía por una de las modernas autovías, relajado y sin prisas, seguramente con Calamaro de fondo, mientras ella, que creía haber realizado una pregunta retórica, oteaba por mi respuesta que no llegaba.

Guiaba el Clio y meditaba al respecto, algo dijo ella que no recuerdo. Por un momento me creyó enfadado, tal vez desencantado; la magia dura lo que dura. Y punto. Y lo que dura, se acaba.

Atónita, un minuto después, escuchó mi respuesta a la par que yo mismo: “sin duda alguna, el dinero“.

Se ríe; sonríe. No me cree. Seguramente, piensa, quiero provocarla. No duda: es más importante el amor y alguien tan reflexivo y tan humano no puede pensar lo contrario, no puede ser tan materialista.

Viéndola venir (y aquí cada cual que emplee su imaginación como plazca), reitero y argumento: “es más importante el dinero”. Y prosigo: porque lo dice Andrés, raudo-rock, con notas de blues: “no se puede vivir del amor” (mi, la, si, mi).

¡Y qué razón tiene!

Porque aquí, tal vez, en este primer mundo, para muchos (que no todos, siempre hay desvergonzados) sea más importante el amor; mientras que para el 70% de seres humanos lo es comer. Y el amor no se come.

Moraleja: nosotros que podemos ser humanos, seámoslo.

décimo sexto desahogo utópico

Published by desahogandome under on 8:10:00 p. m.

Le dijeron: “tómate tu tiempo hasta que nazcas y observa. Verás a través de esta ventana a todas las mujeres que habitarán la tierra cuando la habites tú”. Y así pudo contemplarlas durante una eternidad. Le habían dicho: “tranquilo, al nacer, recordarás a cada una de las elegidas y así sabrás distinguirlas de entre el resto, cuando seas humano”. Así que no se preocupó en decidir entonces y observó atento, entregándose a ellas.


Al otro lado de la ventana millones de almas de mujer contemplaban. Veían ojos. También podían saber qué buscaban porque a través de cada mirada veían colores, uno distinto en cada par.


Luis nació sin reconocer a quien era su madre.


Cuando cumplió catorce años humanos recordó otra sabia enseñanza, le habían dicho: “al elegir la primera irás olvidándote del resto”.


Decidió pronto, fascinado por el envoltorio del que habían sido dotado las mujeres, huir de aquéllas que recordaba pues no quería probar sólo una.


Y así probó muchas, aquellas que gustaban de su color y que creyeron en algún momento poder hacerlo eternamente suyo, y que aún entusiasmadas con él contemplaron como perdía su brillo, poco a poco.


Hasta morir, solo.


Y he aquí que al final de este sueño, al volver a su origen, otros muchos de aquellos que habían elegido sabiamente le envidiaron; porque él ahora las recordaba a todas: las que hubo elegido y no tuvo y las que le eligieron a él.
No en vano sabían que durante su tiempo planetario había sido imposible conocer seres más bellos.


Asesinaron entonces a los sabios y muchos cambiaron el color de sus pupilas.

décimo quinto desahogo de una real pesadilla

Published by desahogandome under on 3:42:00 p. m.
Vivió una pesadilla, decía así:

Impecablemente enfundada en su uniforme cubierto de galones abrió la metálica puerta que alcanzaba la azotea. Se encaminó hacia la cornisa pero allí no había nadie. Sobre el terrazo gris, agitada por un susurro de aire, una nota luchaba por deshacerse del los clips que la apresaban a un cable eléctrico, justo en el lugar donde debía encontrarse el hombre. Antes de asomarse leyó: "me tiro por ella, para que vuelva a ser mía en otra vida". Durante un instante creyó ver un espejo. Pero no recordó. Sujeta a la repisa, venciendo el vértigo, miró hacia abajo: compañeros policías acordonaban la acera alrededor del hombre: carne, vísceras y sangre.

Comenzó a dar órdenes, dejó unos agentes allí arriba y empezó a descender la estrecha escalera que reconocía, creyó, de alguna otra ocasión en la que el delito le habría guiado a aquel barrio de miméticas y obreras viviendas.

En el décimo piso, sobre el posamanos de la escalera, una anciana perdía la mirada en el agujero oscuro, allí abajo. Dos sanitarios a su lado, la acariciaban, esperando el efecto de los sedantes. Aquel rostro le resultó familiar. Tenía una gran memoria fotográfica.Sin indicio delictivo en la escena, marchó dejando a cargo algunos subordinados. Desde el coche patrulla hizo unas llamadas.

Minutos después se follaba a uno de sus amantes; uno de entre los elegidos tras un escrupuloso proceso de selección (del que había tomado parte sin saberlo).

Después llamó a su marido y juntos planificaron que mañana viajarían a eurodisney acompañando a sus dos hijos.

decimo cuarto desahogo para vivir estanto

Published by desahogandome under on 11:01:00 a. m.

Baja húmeda la primavera, algo fresca; y si los poros de mi piel se cierran cada noche. Es por miedo.

Sin variar el rumbo, directa, la tormenta se encamina. Preveo nubarrones negros sobre mi cabeza recordando el intenso azul cielo, del cielo. Disparo el ingenio sin haberlo cargado. Me calo, hasta la médula de la agotadora rutina. Me hundo un instante, me ahogo de aire lleno a bocanadas, respirando. Entonces me escucho, allí lejos. Sé que soy, es el eco, del eco de mi ira, que tira con fiereza de las ligaduras que me atan. Es el genio que todos tenemos; nuestro genio, el ingenio mayor que no cabe en lámpara maravillosa, que me transporta sano al sudor de mis sábanas, mientras baja aún húmeda la primavera y los poros de mi piel vuelven a abrirse. Por valentía y rabia.

Entonces algo (o alguien), ha pasado que me siento distinto, retozando entre el insomnio. Y más ligero, con pasos más firmes y rápidos; más seguros aunque a igual velocidad procese mi cerebro: soy más, nunca tanto. Creí sentir que mi piel rozaba mi piel al caminar a mi lado, justo cuando el sol asomaba aún sin calor por entre las rendijas de mi ventana que nunca se cierra.

Soñando aprendí, aunque soñara despierto, que jamás quiero vivir de la casualidad, que aunque la vida sea un sueño, Morfeo murió, sabedor de que la tormenta a todas las estaciones alcanza: consciente de vivir realidades mudas, entre risas o llantos, antes que disfrutar de una orgía sensorial que jamás existirá más allá del vago y lejano recuerdo; siendo escrupulosamente optimista.

Y es que tal vez Tomás, a quien llamarían los dormidos santo, tenía razón (y seguramente también insomnio).

decimo tercer desahogo confieso olvido mi suerte

Published by desahogandome under on 12:51:00 p. m.
Hoy toca confesar confesando que sigo en mis trece diálogos con las plantas. Hecho que de por sí no significa más que he encontrado una natural manera de combatir el strees (sin una guitarra), así como posibles futuras crisis de ansiedad, conocedor de las respuestas que hemos sabido dar cuerpo y mente a episodios pasados y sufridos. Pero el corazón mío va por su cuenta sin asumir riesgos, sin asumir dolor, y para él no conozco medicina. Ni apuro un diagnóstico.

Cuerpo, cerebro y corazón (alma). Sufren tanto y tan distintamente. Como un dolor el dolor se combate, simplemente encontré el analgésico perfecto, menos para el corazón, hasta hoy, nada asegura que también mañana. Sin prescripción y sin abusos, siempre. Aunque no sane el dolor menos doloroso pero más desgarrador porque no sepa qué he de arreglar: si un amor, un desamor o la triste ausencia de ambos.

Hoy confieso un olvido. Lo sé, existe porque una vez alguien me lo presentó. Lo sé, dejó de ser un cuento el día que probé de él, tal vez recién nacido. Lo sé, lo tuve, lo tuve y, seguramente, lo gasté. Así que cuando creo, dudo; en el amor; cuando sé que no creo, dudo. Tanto como en las ocasiones que no sé si quiero ser amado o amante, ahora que no puedo abarcarlo todo y que sigo sin saber qué elegir...
... y sin que elijan por mí.

duodécimo desahogo gritar cuando me escuece

Published by desahogandome under on 6:50:00 p. m.

Tal vez la noche. Porque el mundo no funcionó de día. Abres los ojos, caminas, ves. Enciendes el televisor, te recuestas, ves; cuando asoma la realidad no evitas sentir el punzón del remordimiento corrompiendo la conciencia. Cambias de canal, sólo es posible fingir entre ficciones, normalmente ridículas e hiperbólicas.

Tal vez en la noche. Porque cada noche despiertas a un mundo nuevo, real e imposible, donde no gobiernan normas de la conciencia. Sigues buscando un algo nuevo, ya da igual que se llame mundo y sea de esta Tierra.

Seguro que a oscuras. Porque hay que tentar nuevas sensaciones y pervertir los sentidos. Porque con tanta luz hicimos tanto daño, invirtamos el negativo donde lo blanco es negro en viceversa.

Porque la bondad no despierta y duerme. Con la Luna, la generosidad, la humildad y el amor, buscaré y tal vez me encuentre. Porque Aquí entre el odio visceral de millones de razones, en este mundo que me escuece, no encajo.

undécimo desahogo por casi un sinvivir

Published by desahogandome under on 3:34:00 p. m.

Pensé: “Hoy quiero ser mejor persona que ayer… … pero menos que mañana”. Y me di cuenta de que hoy no podía ser perfecto. Recordé sus hormonas gritando, como otras tantas veces que no venía el lobo. Y todo me lo planteo. Si acaso el ser humano, instintivo y animal, fue diseñado para la pareja.

Porque en pareja no basta con ser hoy mejor que ayer, siempre se puede exigir llegar cuanto antes al mañana hasta fundir el deseo, el más humano. Aunque entiendas con ello que estás extinguiendo la llama.

Continúa una tormenta que contemplo sigiloso, intentando en estos momentos de silencios propios y de desesperación, no pretender hacer un todo de este drama que sufre ella más que yo, sin duda. Viviendo atado, no se sufre tanto; aunque sientas muchas veces ser un compañero incomprendido ¿e incomprensible?

décimo desahogo por la injusticia

Published by desahogandome under on 3:59:00 p. m.

Irrita el hambre. Sobre todo la propia, mientras dinero llama a dinero. Y hay dinero, mucho dinero, privado dinero. Miles de personas mueren, de hambre, cada día. Pero hay más dinero con el que permitirlo.

Llega la crisis, otros comemos y comeremos menos, pero comeremos. Dinero seguirá llamando a dinero mientras los del dinero piden controlar los salarios, ajenos. Mientras su dinero llama a dinero.

Conducía y escuchaba, no he podido reprimirme. Llegué, trabajé y pensé antes de escribir ¿y si dinero no llama a dinero? ¡Qué esté prohibido!

Y con el dinero que no escuche al dinero intentemos conseguir mayor igualdad económico-social. No nos engañemos, en este mundo globalizado, la igualdad la da el dinero. Ese que tan a gusto crece llamándose a sí mismo.

noveno desahogo por un cabreo

Published by desahogandome under on 7:48:00 p. m.

No conozco la ira salvo que asemeje al cabreo. He tenido un mal rollo. Otro más no queriendo tenerlo, cuando nunca todos sabemos escuchar, ni callar. Una batalla de sexos pienso, las más veces; dos personas al fin y al cabo, las que quedan. Y siempre es distinto con ellos que con ellas, cabrearse digo.
Con ellas, o con ella, a las que tanto venero y adoro siendo como son lo mejor de lo mejor, cuando lo son, siempre alcanza el enfado el límite de la ira. Hasta ahí me llevan sus superiores ganas de pelea y entonces calló. Y con o sin razón respiro, me giro (nunca 360º como algunos) y desnudo abandono. Dejando que agua vuelva a su cauce. Siempre es así, siendo escaso el siempre. Queda que ella se dé cuenta y deje de romper el silencio, ese que algunas veces se echa tanto de menos.
P.S.: Con ellos no sé encontrar mi ira y así puedo enzarzarme en discusiones horas si hace falta.

octavo desahogo para ser feliz

Published by desahogandome under on 7:13:00 p. m.

El origen, descansando. En blanca madera, verde césped, paralelo al firmamento, meditando. Concluí demasiado pronto con un sencillo juego de palabras: ¿por qué “por qué”? Y así dejé de pensar en ello, creyendo solucionado El conflicto negándolo. Viví tranquilo.


Mucho antes, después de ser bautizado, haberme confesado ni sé las veces y recibido la primera comunión, me cuestioné la necesidad de Dios, o dios, y así hasta la existencia de la fe. Concluí, pronto, que sin creer era todo más sencillo. ¿Para qué, si coarta al ser humano?


Corolario:
El más común de los sentidos inspira nuestra ética, no un cura: Ni un dios. Un buen ejemplo adulto porque siempre enseñan los adultos. No sé es plenamente humano supeditando nuestra existencia en algo (que suele ser alguien) que ni vemos, ni olemos, ni gustamos, ni palpamos ni escuchamos.


¿Por qué?
¿Para qué?

séptimo desahogo después de cada regreso

Published by desahogandome under on 1:18:00 p. m.

De regreso camino despacio. Me entretengo con las calles semivacías, contemplando. Viendo como pasan también otras almas a mi lado; pese a la amplitud de la noche temprana, el frío es sólo fresco. Voy pensando en ello: ¡qué temperatura más agradable”. Casi me descamiso. A todo esto, sigo caminando, de regreso.


En el sofá sin cena, acariciando, perdón: usando sus pies como esas bolas que se aprietan y aprietan para liberar algún stress, quise decir, converso con las plantas sujetando la inquietud de mi mente que se encuentra, tal vez en otro lugar, no con personas distintas. Antes de dormir normalmente nos follamos.


Más tarde me pregunto entre el rumor de las plantas y el olor a sexo ¿a dónde he regresado?

sexto desahogo al compararme

Published by desahogandome under on 7:42:00 p. m.

Ansío palabras ajenas con las que no tener que dibujar las mías. Añoro el complemento debido del contraste entre guapos y feos. Y no es porque exista el sol que exista la luna, que quizás; pero si soy alto, muy alto, es porque eres, o estás, muy bajo. Por comparación. Por comparación somos quienes somos y por ello me alegro de no estar solo, por más que siendo solos se pueda ser dios al que nadie replique. Un dios al fin y al cabo, aunque solo. Encuentro así algo de bueno en lo malo y algo de mal en la bondad igual que sé que no existe el ser mil por cien bondad, salvo que la cualidad sea ajena. Porque es fácil ser alguien con el ser de otro, sólo observando, catalogando y dibujando un perfil nuevo y bondadoso. Con lo mejor de los mejores, y ni aún así. Existes tú y me das sentido, como a estas líneas con destino. Así sin ti, en la vida, no soy nadie, por no tener con quién compararme. Gracias entonces por existir.

quinto desahogo por alguien que me ama

Published by desahogandome under on 12:06:00 p. m.

Porque en noches como esta la tuve entre mis brazos, leí con martini y con limón (de esos que ya no pruebo), hace muchos, muchos años. Igual que recordé el poema plagiando algún verso no hace mucho. Entonces el cielo estaba despejado y oscuro, es decir, estrellado e inmenso. Hoy, a parte de parecer invierno siendo primavera después de que en invierno pareciera primavera, digo, hasta insisto, siguiendo el hilo, que todo en mí ha sido un naufragio.


Hasta este segundo, al menos.


Naufrago como cantante desesperado, no siempre siendo quien soy. Naufrago cada vez que no lloro debiéndolo. Naufrago cada vez que te miro, te veo, te observo y te contemplo en silencio. Naufrago frente a una línea en blanco. Naufrago por paciencia debiendo ser más impaciente, aún. Naufrago entrando al trapo del egoísmo y la avaricia que aderezan el cuerpo jodiendo el alma mía. Naufrago cada vez que miro el mundo en el que vivo sin sentirme culpable por nada. Naufrago cuando escribo palabras de amor sin destino. Naufrago agasajando palabras ajenas a usos indebidos. Naufrago de impotencia, lastrado. Naufrago eligiendo. Naufrago con cada minuto desaprovechado de los pocos que dura una vida.


Soy un náufrago, como se ve, de los abrazos, las caricias y la ternura que regalo y que recibo sin quererlo. Soy un náufrago por no amar como debiera, con lo amado que estoy siendo.


...corriendo el grave riesgo del poeta de acabar abandonado.

cuarto desahogo sobre verdades de verdad, no siempre

Published by desahogandome under on 12:15:00 p. m.
El valor de la verdad es la verdad en sí misma; la realidad como la irrealidad devuelta por un espejo, sin el añadido valor de lo cierto, no es sino un hecho más cualquiera, inconsciente o intrascendente. La cuantificación de esa verdad fluctúa de forma directamente proporcional al valor que otorgamos a quien la manifiesta. Un mentecato mentiroso no dice verdades, nunca. No significa ello que mienta, siempre.


Existe la verdad, la sincera y la engañada. También la escondida que aunque no se vea, cuando se encuentra, es verdad normalmente siempre. Pero estamos de acuerdo en que la verdad existe. Tu verdad y mi verdad, sin tener que ser la misma, existen, ambas siendo sólo una verdad posible. Es por tanto tu mentira entonces, parte de mi verdad. Y de mi mentira.


O viceversa. No son sólo palabras, de verdad.


Existe, la verdad, quedamos en que existe. Sí. La verdad que sólo puede quedar una; y que no mienta. Con la verdad que siempre ha existido me pregunto, sabedor de que la mentira es siempre más rápida, si se alcanza algún destino caminando con el lastre de la verdad más verdadera Y la verdad, como la felicidad, voto a bríos, sí que existen. Como el hombre. Dios en cambio es, lo más, verdad imaginada aún no hallada.

tercer desahogo no ser quien debo ser

Published by desahogandome under on 5:44:00 p. m.

Lunes antídoto contra la resaca, frío en la cara, calor en el pelo cobijado bajo la lana debida, camino tieso al sacrificio del que vivo. Me recibe el jefe, ufano: palabras de atención desconocida. Al fragor del santo de día entramos en calor, del frío indebido. Amigo en territorio enemigo, me siento. Pero laboro y cobro.


Porque el cisco que montamos para ganarnos algo de pan, los pobres y afortunados, ata las conciencias. Somos quien no somos cuando no estamos, laborando. Al menos servidor, que sirve para algo y para alguien. Porque se puede aborrecer el sistema y aborreciéndolo reafirmarlo, porque se puede no querer vivir en este mundo viviendo en él sin remedio, porque se puede tener nómina pagar impuestos y no votar, porque no se debe trabajar con el espíritu, virtud de la igualdad, a cuestas: hay que dejarse los principios en casa, este lunes frío de la primavera temprana. Y trabajar y ser “another brick in the wall”: quien no creíste llegar a ser. Y fuiste. Y soy.


¡Cambiaría tantas cosas de este mundo que no cambio, porque es imposible! Bendita palabra para cobijarse: imposible. Que no se me exija entonces más que a superlópez por más que mi niña me crea, ella sin dudas, superman. Y ella mi supergirl pero no lo sabe, ni conoce si quiera el mundo que permanentemente inventamos, inventan otros quise decir: porque sabrá de aquello que no cambio su padre y por qué preguntará por mí entonces; sometido al castigo fraternal del siglo XXI por el cual yo hombre vivo sin ella, como el poeta, sin vivir en mí.


¿Quién quiere así, trabajar un lunes?

segundo desahogo buscando un por qué

Published by desahogandome under on 4:23:00 a. m.


Sigamos. Sigo. Me escucho. Atentamente me busco.
Pienso en el amor, en qué necesitad teníamos de que existiera más allá del fraternal, el paternal y el posesivo maternal; el de ellas y su sentimiento de posesión del nacido que confunden hasta cuando son abuelas. En la complicación de la convivencia incluso en la distancia. Todos amamos, somos capaces de dar lo comúnmente entendido por amor siempre que escondamos nuestro profundo e innato egoísmo. Cabría discutir si éste, insisto por supervivencia, lo necesitamos; si basta con procrear, si no se necesita para procrear. Si se puede amar sin deseo sexual. Si una cosa es querer y otra amar.
Existe, hablamos de él, luego existe. Y no piensa como el Cogito ergo sum. Descartado entonces Descartes para explicarlo. Tampoco está en el aire, dicen que en lo más profundo de los corazones profundos, jamás al ras, en superficie donde se estropea, se manosea, se desgasta hasta desaparecer para siempre.
El mío, salvo el paterno y el fraternal, entonces en lo profundo de un corazón ya desgastado y estrecho, casi a ras. Lo tuve, en noches como está, entre mis brazos, por qué. Hoy que no dudo de haberlo tenido dudo de tenerlo conmigo. Porque hoy me castiga y me coarta pensaba, hasta que descubrí que lo perdí hace mucho tiempo y que sin ganas jamás volveré a conocerlo, que vivo creyendo vivir en él, o con él y que nunca he de saber que éste me ha abandonado; porque así me obligo creyendo ser feliz por decreto.
Divago el amor. No por amor que ya no siento, igual.
Pero sé que existe porque lo vi porque me lo mostraron entre rimas primero, con imágenes después, porque lo creí vida y con él viví; hasta agotarme como ahora, a mis treinta y ocho, descansando del sufrir no queriendo sufrir de nuevo.
O sí, aunque lo que hoy queda de él lo tenga, todo, vendido y malgastado.

primer desahogo por una presentación

Published by desahogandome under on 1:38:00 a. m.

Empecemos confesando, anónimamente, que ayer ya tarde, cansado, jueves, acumulados tres días de trabajo (gracias a dios el lunes fue festivo) y regresado de un viaje de 376 kilómetros exactamente, acompañado de Lola que durante estos días está a nuestros cuidados y que si pudiera elegir tal vez quisiera quedarse con nosotros más tiempo en vez de volver con sus amos, llamé al Jóose y fui a verle portando una botellita de reserva del 2001, La Rioja, España.

Él, como siempre tan afable y distraído, me obsequió con un uno y medio por uno, a base de cogollos verdes debidamente crecidos y recolectados. Antes me acerqué a rellenar la pecera nueva que necesitaba de más fondo y más pequeños peces esclavos de la contemplación y pasee con mi pequeña, gris y tristona compañera bajo el viento fresco y un débil txirimiri.

Llegué a casa, al fin, conecté el ordenador, gesté esta parida de blog (que no este texto) conversando con las plantas. Después me senté al televisor viendo el sofá porque siempre hablamos mal; comenzó a hacer efecto el analgésico natural, cayó algún canal didáctico que distrae, no obliga a pensar y no afecta a mi memoria reciente, acumulando natural información para el futuro, para el mío. Así hasta que llegó la hora de volver a tener una conversación privada entre ellas y yo. Y ya eran dos, en dos horas; cierto es que dialogo con poco entusiasmo evitando el abuso.

Esta historia es hoy, de un hoy consumidor, de nuevo.

Por no recordar, no. Por conformarse. Por vivir aislado, contento con uno mismo pese a la duda de algunas decisiones tomadas, de esas que a los treinta y ocho cuesta tanto desandar. Para evitar ser quien no puedo ser sin hacer daño. Para eso es este blog: para desahogarme.